jueves, 1 de enero de 2009

NIEVE OSCURA

La brisa golpea suavemente los cañaduzales
que se estremecen al vaivèn de una silenciosa melodìa,
y se revelan resaltando su amarillento verdor
con el que tapizan mi hermoso valle, mi terruño,
danzan de una forma sincronizada
evocando a los antecesores de esta tierra prodigiosa
que esgrimian con su baile la extenuante faena...
y de repente se cierne sobre toda la extensión
esa lluvia oscura como el ébano y que anuncia el flagor incinerante
que pone fin a esos dulces sentimientos,
dando paso al inclemente y tormentoso
sonido que emerge cuando crujen en el fuego los cañaduzales...
y todo es ceniza y luego el silencio.

caha